No cabe duda que Vännäs es un pueblo sin ningún atractivo – estéticamente hablando-, pero hay que reflexionar sobre las posibilidades en que sea una fantástica opción para que muchas personas fijen su vivienda habitual y trabajen en Umeâ.
Es cierto que gran parte de la responsabilidad reside en los políticos que son los responsables de la política municipal, pero debemos entender que la responsabilidad en hacer que Vännäs sea un pueblo atractivo reside en todos y cada uno de nosotros. Querer es poder!.
Tenemos que cuidar de nuestras casas, de su estética, de sus jardines, del pintado de las fachadas, de decorar las casas con muchas flores en verano y en sugerir al Ayuntamiento todo aquello que estimemos bueno para el pueblo. Callarse y hablar en pequeños grupos no resuelve nada.

La cercanía con Umeâ, sus buenas comunicaciones, por tren, autobús y coche hacen que en unos 20/ 30 minutos estemos en el centro de la ciudad.
Sobre los precios de las casas, mucho más baratos. Mirémoslo así, en veinte minutos nuestros hijos llegan a la estación de Umeâ donde se ubica la mejor Universidad del norte de Suecia.
Por otro lado, Vännäs aporta cercanía entre los habitantes y la calma que todo sueco desea.
Vännäs Sí!