Hace unos pocos años explotó la burbuja inmobilaria en España por la especulación y la falta de previsión política y bancaria. Millones de personas quedaron atrapadas en ”negocios” que no eran más que humo sobre humo. Hoy en día, la economía real está hundida y el 57 % de los jóvenes (de 20 a 35) sin trabajo.
Umeâ está en efervescencia inmobiliaria y es fácil ver que en poco tiempo la juventud y los adultos visten y llevan un tren de vida por encima de las posibilidades reales y bajo la sombra de situaciones como las recién vividas en Volvo. Quién pagará los créditos de los coches de alta gama, de los viajes, de los restaurantes y de los precios de las viviendas?.
De igual manera hay que pensar que los 50 Millones de Sek que costará el mantener el centro cultural construido en la ciudad deben poder generarse para ser realistas y no entrar en 3 años en la banca rota. Las previsiones se desestabilizan cuando la ”happy life” empieza a convertirse en algo cotidiano. Vivir extraordinariamente bien no ha sido jamás algo normal, sino excepcional y como tal hay que contemplarlo.
Pensemos que dentro de poco puede estallar la burbuja y entonces, qué pasará al día siguiente?